NOTICIA DE JUAN RAMÓN JIMENEZ
Juan Ramón Jiménez, era un perfeccionista de forma y fondo que dejó muchos proyectos con instrucciones precisas para su publicación, como el "Diario de dos recién casados", un libro que fusiona los diarios de Zenobia, su mujer, con su mítico Diario y que se publica ahora.
"Diario de dos recién casados, Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez", bajo la edición de Emilia Cortés Ibáñez, experta en Zenobia y publicado por la Universidad de Huelva, cumple así el deseo del poeta y premio Nobel y sale en un estuche con dos volúmenes, la edición facsímil y la edición en rústica.
Ambos diarios fueron escritos durante el viaje y la estancia en Norteamérica con motivo de su boda y abarca desde enero hasta agosto de 1916.
El "Diario de un poeta recién casado", de Juan Ramón, considerado el libro que introdujo la poesía española en la modernidad junto con "Poeta en Nueva York", de Lorca, se publicó por primera vez en 1916; después se hicieron numerosas ediciones, la última hace dos años, en un libro-disco con la voz de José Luis Gómez poniendo emoción a los poemas en los que el de Moguer sublimaba su viaje en barco a EU para casarse con Zenobia y el mar era uno más con la pareja.
Sin embargo, como explica a Efe Emilia Cortés Ibáñez, el diario de Zenobia, en el que ella describe el contexto, las circunstancias, y las actividades que está atravesando la pareja, solo se publicó, y en parte, con una selección de 50 entradas, en 1978, y en 1986, por primera vez completo, a cargo de Arturo del Villar, con el título de "Vivir con Juan Ramón" y precedido por "Una historia de amor, con Tagore de testigo".
Después de esta publicación, la figura de Zenobia se ha visto con algo más de luz, gracias también a la aparición de parte de su epistolario, pero el objetivo de esta conjunción de diarios, tal y como la ideó el poeta de Moguer, es colocar en su sitio a esta gran mujer, según la editora.
"Es una gran desconocida -argumenta Cortés- y fue una moderna, una mujer muy avanzada para su tiempo; culta, políglota, colega de (la pedagoga de la Institución Libre de Enseñanza) María de Maeztu. Tocó muchas materias. Tenía un compromiso social enorme y colaboró con la Junta para la Ampliación de Estudios (encargada de promover la investigación y la educación científica en España en los años veinte y treinta), y tradujo la obra del poeta indio Rabindranath Tagore".
"Además, Tagore tuvo mucha importancia en la unión de la pareja -continúa-, ya que después de que se conocieran a finales de junio de 1913 en la Residencia de Estudiantes, el nuevo encuentro fue gracias a él. Ella quiso que Juan Ramón, el poeta que acaba de conocer, leyera sus traducciones, y él, muy cuco y muy enamorado, la animó a que siguiera traduciendo esos poemas para publicarlos en un libro, con un largo poema suyo como prólogo".
Con esta publicación conjunta, la editora parte del diario de Zenobia para ver a Juan Ramón, y no al revés, como era la costumbre, la de una gran mujer que estuvo al lado de un grandísimo poeta, sin igual, que dejó su vida creativa para apoyarle.
"Además, al mostrar los dos Diarios de forma alternativa -añade-, se ponen de relieve las personalidades tan ricas y tan diferentes de sus autores: ella, mujer práctica; él, poeta. Estas páginas nos ofrecen la reacción de cada uno de ellos ante una misma circunstancia. Ella escribe el hecho o la situación tal y como ocurre -una visita, un paseo, una conversación...-; él, lo que le sugiere", concluye Emilia Cortés Ibáñez.
"Diario de dos recién casados, Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez", bajo la edición de Emilia Cortés Ibáñez, experta en Zenobia y publicado por la Universidad de Huelva, cumple así el deseo del poeta y premio Nobel y sale en un estuche con dos volúmenes, la edición facsímil y la edición en rústica.
Ambos diarios fueron escritos durante el viaje y la estancia en Norteamérica con motivo de su boda y abarca desde enero hasta agosto de 1916.
El "Diario de un poeta recién casado", de Juan Ramón, considerado el libro que introdujo la poesía española en la modernidad junto con "Poeta en Nueva York", de Lorca, se publicó por primera vez en 1916; después se hicieron numerosas ediciones, la última hace dos años, en un libro-disco con la voz de José Luis Gómez poniendo emoción a los poemas en los que el de Moguer sublimaba su viaje en barco a EU para casarse con Zenobia y el mar era uno más con la pareja.
Sin embargo, como explica a Efe Emilia Cortés Ibáñez, el diario de Zenobia, en el que ella describe el contexto, las circunstancias, y las actividades que está atravesando la pareja, solo se publicó, y en parte, con una selección de 50 entradas, en 1978, y en 1986, por primera vez completo, a cargo de Arturo del Villar, con el título de "Vivir con Juan Ramón" y precedido por "Una historia de amor, con Tagore de testigo".
Después de esta publicación, la figura de Zenobia se ha visto con algo más de luz, gracias también a la aparición de parte de su epistolario, pero el objetivo de esta conjunción de diarios, tal y como la ideó el poeta de Moguer, es colocar en su sitio a esta gran mujer, según la editora.
"Es una gran desconocida -argumenta Cortés- y fue una moderna, una mujer muy avanzada para su tiempo; culta, políglota, colega de (la pedagoga de la Institución Libre de Enseñanza) María de Maeztu. Tocó muchas materias. Tenía un compromiso social enorme y colaboró con la Junta para la Ampliación de Estudios (encargada de promover la investigación y la educación científica en España en los años veinte y treinta), y tradujo la obra del poeta indio Rabindranath Tagore".
"Además, Tagore tuvo mucha importancia en la unión de la pareja -continúa-, ya que después de que se conocieran a finales de junio de 1913 en la Residencia de Estudiantes, el nuevo encuentro fue gracias a él. Ella quiso que Juan Ramón, el poeta que acaba de conocer, leyera sus traducciones, y él, muy cuco y muy enamorado, la animó a que siguiera traduciendo esos poemas para publicarlos en un libro, con un largo poema suyo como prólogo".
Con esta publicación conjunta, la editora parte del diario de Zenobia para ver a Juan Ramón, y no al revés, como era la costumbre, la de una gran mujer que estuvo al lado de un grandísimo poeta, sin igual, que dejó su vida creativa para apoyarle.
"Además, al mostrar los dos Diarios de forma alternativa -añade-, se ponen de relieve las personalidades tan ricas y tan diferentes de sus autores: ella, mujer práctica; él, poeta. Estas páginas nos ofrecen la reacción de cada uno de ellos ante una misma circunstancia. Ella escribe el hecho o la situación tal y como ocurre -una visita, un paseo, una conversación...-; él, lo que le sugiere", concluye Emilia Cortés Ibáñez.